viernes, 27 de noviembre de 2009

Las Uvas






New Moon Soundtrack

http://www.youtube.com/watch?v=3TxDn1EMk8A



Creía que el otoño se había perdido entre el sol del verano y el gélido frío que impera a las horas en las que escribo. Pero como la rutina se abraza a mi con desconsuelo, como las tareas pendientes y las llamadas sin responder se esconden en el ambiguo lugar de donde nada sale y todo se esconde, como mi cerebro es distraído por no decir fugaz, gris, triste y discipular, me he dispuesto a pasear entre las delicadas sombras de las hojas caídas por la noche, como por obligación. Esta claro, es otoño. Esa estación limpia y romántica por donde se deslizan las notas sordas de unas hojas caídas sin rumbo aparente. Y los pasos, muy míos, los que sin pensarlos me sostienen y me llevan perdidos en la distraída elocuencia de un devenir sereno y fugaz.

¡Me dice Lucia por el chat que porque madrugo tanto!.


No puede creerse que el sueño divague por mi habitación hasta minutos antes en los que ella se dispone a entrar en la ducha para comenzar un nuevo día. Ese día empezó hace muchas horas para mi, entre largas conversaciones donde perderse solitario por la red, entre síntomas de deficiente alegría con los que distraer a los amigos, que como yo, disfrutan un ratito en la noche para entretener la voz muda que trasladan a esa impersonal pantalla desde donde nos comunicamos.

Somos muchos entonces los que llamamos compañera a la soledad. Ella nos habla, y sentimos una sensación de bienestar cuando nos regaña, cuando en la ausente presencia de la nada, se atreve a levantarnos la voz al descubrir que los lugares destinados a los recuerdos están demasiado desordenados, demasiado a la vista, amontonados en el baúl de los desvelos, y nos hace asi sentirnos un poco mas acompañados, no demasiado solos. O cuando ve que la melancolía no está en su sitio y nos la recoloca, murmurando de manera ininteligible, esas frases que suenan a reproches por desordenar la vida sin el rigor propio de nuestra edad. Ella es así, compañera, dolorosa mentira, aislada promesa, fiel y escogida, cariñosa y distante.

Lucia quiere que salgamos este fin de año. Quiere que nos alejemos en un viaje de esos de último minuto a cualquier lugar donde nadie nos conozca y podamos reír y llorar frente a las miradas enrojecidas por el alcohol de otros parroquianos desvalidos en la intrínseca vida que nada tendrá que ofrecernos esa noche tan vacía y mentirosa..

Sonaran 12 campanadas como siempre- le dije a Lucia-. Y después un abrazo hipócrita con el tipo de barba al que odiaste todo el año y ha decidido sobarte a la 12 y dos minutos ese 1 de Enero, o quien sabe si la señora de jovial sobrepeso, vestida de rojo chillón, a la manera de “Con faldas y a lo loco” se abalanzará sobre ti para decirte aquello de : “ que este sea vuestro año pareja”.

Ni que decir tiene, que no me pondré a explicarle que no somos pareja, que nos perdemos en el tiempo como campesinos sin tierras a donde nadie nos ve, a donde nadie nos conoce, para no pensar que en realidad nadie tiene ni la mas minima intención de saber donde estamos. Somos esas almas gemelas que un día se miraron y se dijeron: ¿hay algo mejor? .

En fin, a todo esto, ella lleva tiempo pensando irse una larga temporada a cualquier parte . Sus disciplientes convicciones no le dejan respirar y quiere dar el salto, hacerse atea de pensamiento y costumbre, dejar de creer en todos esos dioses que le prometieron la gloria y luego, una mañana de luz primaveral le dieron mil excusas, mil perdones, mil “espero que la vida te vaya bien” miles de “cuídate mucho”. En definitiva, miles de “ya no te quiero” al menos como tu quieres que lo haga. -Necesito tiempo para pensar Lucia- le dicen con voz acomodada y distante, con esa voz que suena a profunda verdad y no deja de ser otra sucia mentira mas. En definitiva, para pensar que a la vuelta de la esquina les espera su otra vida. Los que me dijeron “ jamás te mentiré” de esos hay que huir como de la pólvora – dice Lucia- esos te arrancan las entrañas y después tu seras la culpable de sus hipocresías.

Lucia se acongoja por el terremoto que supone para alguien decirle eso ( fijate tu..) , y deja de pensar en ella, y la vida se organiza, sin que tenga un segundo de opinión ni participación. Simplemente pasa, y camina sin dejarse ver, y vive sin dejarse vivir.

Hasta que una mañana cualquiera, con el olor a café en su cocina, se conecta al chat y me dice que me quiere, así, sin más excusas ni explicaciones. Y que si me parece que las 12 uvas nos las comamos juntos, y que la vida nos regale mas tarde una noche de pasión, dolor o trastorno mental de inconcebible diagnostico, como lo hace tantas noches, en tantos lugares de inoportuna salud, a las que tan acostumbrados estamos ambos

Yo le he dicho que no. Ni siquiera se porque lo hago. Ni porque me niego a mi mismo una y otra vez seguir viviendo.

Llueve, y las palabras se borran de la imaginación.

Llueve, hace frío, y el sol es un engañoso distraído que quiere asegurarse de que el dolor a su lado es mas calido, mas real, y mas mortal.

Llueve sin querer. Doce sin querer. Vida sin saber.

Las uvas, Lucia, las uvas… yo este año le quiero decir al destino que no juegue conmigo. Este año me revelo, me alejo de los abrazos vacíos, de los estúpidos deseos de paz, de las atragantadas bolitas que no hacen mas que joderme y tener la sensación de que en una de esas me ahogo fijo. Además, estas cosas se hacen para deleite y sonrisa de la familia, los hijos etc… y yo de eso, esa noche no voy a tener…. . Y luego el abrazo. Primero a mi chica: No tengo. Luego a mis hijos: No estarán conmigo ¿Desde que lugar oculto de la razón puedo asimilar este Feliz 2010 entonces?

Lucia, el 31 de Diciembre en la última campanada querré morirme, y la vida volverá a no tener sentido. Y esto, esto tampoco lo olvidaré. Tu no te mereces este fracaso. Nada tiene que ver contigo. Además yo pensaré en el árbol, en las mil felicitaciones en forma de mensajes que recorrerán el mundo, en los millones de “ te echo de menos…” “ Algún día mi amor…” etc, etc…. y este estomago mío, no lo va a aguantar

Pero si estamos cerca, me fundiré en tus brazos, mas bien me caeré entre ellos y te diré tantas cosas, que seguro, al día siguiente, no recordaremos mas….

Y sigue lloviendo sin querer.

Sigue la vida sin saber.

Y sigo escribiendo hasta doler… .

Y las uvas…. Y sigo escribiendo hasta doler… .

Y las uvas….

2 comentarios:

  1. Que absurdo es todo... Aquí estoy como siempre, como nunca, escribiendo en un teclado virtual de móvil parada en doble fila delante del local donde toca cenar con los amigos... Y yo aquí leyendo, sin entrar... Pensando analizando... Y riendome, si riendome sin tristeza, ya sin dolor, con ternura, mucha ternura..

    Fundete en esos brazos sin miedo, ellos te acojeran, no habrá un te quiero, pero si una mirada de complicidad y de cariño por todo lo que fuimos y sobre todo por todo lo que seremos...por siempre y para siempre.

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  2. Claro que si. El miedo se pierde, acabará por desaparecer y me hara mas libre. Y las palabras no tendran dueño, y ellas también volaran. Ese dia, navegaré sin mirar atras, ese dia, me haré grande, ese dia esta por llegar, pero tengo la impresión de que sucederá muy , muy pronto.... .

    Gracias por los brazos. Los tendré en cuenta !!!!!

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