Te cierro sin mas, por más, por nada, por todo. Porque las palabras aunque perdidas siempre acabáis encontrando algún corazón prohibido donde tomar sentido, donde acostar la angustia de vuestro significado. Las palabras parecéis hechizadas y nunca acabáis de decir lo que siento, o lo que quiero sentir.
Te cierro porque no hay peor dolor que el que surge de las frases mal escritas, de las palabras mal juntadas, de los recuerdos que contienen mala literatura.
Quizás demasiados fantasmas viven en mi y no consigo apartarlos de mi cabeza, no consigo que entiendan que solo son eso: frases, palabras, murmullos, fantasmas...
Te dejo porque lo que he hecho durante este tiempo es mala literatura, malos presagios, malos textos... . Palabras que quedaron escritas y por las que quizás algún día deba pedir perdón, por las que ya lo pido.
Te vi nacer, fuiste mi aliento, mi aire fresco, mi respiración asistida y en muchos momentos mi único consuelo.
No estoy triste, quizás algo confuso.
Te cierro porque dejaste de tener sentido, porque deje de tener esperanza y sobre todo porque prefiero guardar mis motivos en el rincón de mi soledad, en el escondite de mis sueños... .
Adiós Laura, Carlos, Mikel Uzala, adiós fantasmas de mi pasado… .
Adiós Palabras Perdidas, cartas prohibidas en el limbo de mi memoria
Estaba escribiendo algunos poemas. Palabras perdidas que me ayudaran a esconderme de esta realidad que tanto asfixia, ahoga, encoge. He querido mentirme y pensar que el dolor esta vez no se detendría en mi esquina. He creído ser fuerte durante tantos meses ya, y no soy mas que el resultado de lagrimas y patéticas mentiras que prodigo a decirme entre sonrisas perdidas y paseos de oscuros recorridos a la memoria.
Discutía con Carlos sobre como se nos pasa la vida. Laura le andaba siguiendo desde hace algunos meses y el, como siempre, se dejo querer. No me atrevía a decirle lo estúpido que me parecía que hubiera abandonado su nueva vida por echarse en manos de Laura, esa nueva Laura que indiscriminadamente cruel era capaz de manejar la vida de Carlos. Debe ser que lo importante no es el final del camino, sino el durante. Debe ser que una vez cumplido el objetivo, las dudas y " el no se que..." eran mas fuerte, que el sencillo compromiso de seguir intentando conseguir un amor que huele mas a no querer perder, que a sentimientos de amor por Carlos.
Una primavera y un verano entero de intentos desesperados por volver a tener su vida entre las manos. Carlos haciéndole quiebros a los sentimientos en una apuesta desesperada por cumplir su sueño. Regalos, conciertos, planes de futuro. Miradas, caricias, síntomas de recuperación.
Las cartas sobre la mesa del destino tumbadas boca arriba. Conversaciones de madrugada, interminables abrazos destinados a fundir lazos rotos del pasado mas reciente. Y poco a poco lo que eran promesas de sinceridad y transparencia, se fueron convirtiendo en armas arrojadizas del pasado. Cualquier comentario acerca del incumbente, se convertía en un amargo partido de tenis de impredecibles consecuencias. Como siempre otra vez en liza las palabras heridas, los desencuentros, en el animo de los dos un: “ que hago aquí”.
Fueron meses de exigentes compromisos, de nervios afilados, de puñales con formas indefinidas sobrevolando cada día por sus cabezas.
Mientras tanto como siempre al otro lado de la acera, de pie, observando la vida de los otros, esperando el turno, copiándole la vida para tener de quita y pon. Anillos, pulseras, camisetas, modelos donde armar su futuro con moldes ajenos.
Y las discusiones sugeridas y dirigidas. Y la vida programada paso a paso. Y las calles llenas de sueños, de alegres convicciones con las que provocar el sentido de las cosas. Planes de futuro a la vista: un viaje, dos, un concierto, dos… .Esta vez tiene que ser porque de lo contrario uno de los dos hubiera parado…no se puede ser tan exigentemente caprichoso, hoy si: ¡ que alegría!, mañana: ya no lo quiero.... Y en el fondo, lo mas probable, es que Laura estuviera sintiendo lo mismo que Carlos, pero al final ella es quien decide dejarlo. Otra vez el mundo a sus pies, otra vez le da la espalda a ese mundo sin limites, no cree en Carlos. Dejo de hacerlo hace años.
Mas cuando las personas son el eje central de los daños por las decisiones a tomar, alguien debe poner criterio a la sinrazón. Y en eso parecen estar los dos.
Mientras tanto, siempre habrá alguien sucumbiendo a los pasadizos secretos de un amor que se escapa . Con los escépticos recovecos donde esconderse de una rutinaria y soez manera de ver las cosas, con la carga de un amor que sigue en la eterna duda, en un ir y venir de voluntades.
Y la epoca de las sentencias, el no volver mas a decir, el asombroso discurso del todo o nada, y vuelta a empezar. Levantarse con un recuerdo extinto, la rutina, el trabajo.... buscar espacios donde poder olvidar.
Esta vez mi amigo estaba convencido de las cosas, cansado de tanta desorientada espera, de tantas campanadas que no anunciaban otra cosa que angustia y soledad instaladas en su cuarto sin mas razón.
Habrá que volver a empezar... pero yo creo que "menos", algo menos: menos pastillas, menos botellas de ron, menos drogas de inusitada resistencia a la depresión. Parece que esta vez, prefiere mirar el lado alegre del fracaso, y seguir su camino.
Mientras, Laura, sigue empujándole a los brazos de cualquiera, con el ánimo de descansar definitivamente de este salvaje egoísmo que todo lo inunda, abierta así a una nueva vida de cualquiera que pudiera sugerirle una historia de amor envuelta en celofán morado, con el poema adecuado, con la triste alegría como bandera, con la sensación de poder pasar el resto de la vida a su lado. Cerrar un libro que ya le dura demasiado entre las manos. Empezar a leer las páginas del nuevo.
Ya le he dicho a Carlos, que lo deje, que se olvide, que se venga a casa: ¡vente, vamos a fumarnos lo que nos quede juntos, vamos a criar a nuestros hijos, vamos a darnos un margen de insoledad, vamos a ser los padres del año, los amantes mas gilipollas del universo, los sinvergüenzas mas alegres de la zona!. Dejaremos los blogs culturales en manos de los “ entendidos” de la historia moderna , dejemos de seguir luchando. Como decía la canción: si me quisiera estaría a mi lado. Perder el tiempo en quien no te quiere, es romántico, es melancólico, es desgarradoramente mágico, pero las consecuencias de esta maldición que bien explico Baudelaire en su poema “Bendición” origen de los poetas malditos, es la muerte en vida, el desorden emocional hasta las ultimas consecuencias.Y ademas como decia C, es poco práctico.
Cuando se ama tanto, y se pierde el gobierno y la razón de uno, es preciso disolverse en si mismo, acariciar de nuevo la posibilidad de que alguien te busque y te quiera de verdad como eres. El riesgo es que nadie lo haga, pero para eso estamos.
El que alguien te quiera se ha convertido en un pasadizo tenue donde adivinar que hay de cierto y que de falso. Carlos sabe que no será capaz de discernir una sensación de la otra, porque le han querido como a nadie y al dia siguiente... le han dicho ¡Adiós!. Puede que las dos sean verdad, pero ¿como adivinar cuando se acaba?
En fin amigo yo también tengo " tela " que cortar. Vente unos días, quédate en casa, busca tu destino sin prisa. Dejemos el rencor en el baúl del pasado y hagamos terapia continuada. La vida es una constante elección. Nada mas grande que sentir como nuestro destino fluye por la sangre de otros. Eso quiere decir que sin nosotros se apagarían muchas sonrisas, se ensombrecerían muchas miradas, se ahogarían muchos recuerdos... Nuestras palabra seguirán liderando el camino de tantos. Vente a casa, vamos a bebernos la vida que tengo que contarte tantas cosas.... .
Mientras llegas, seguiré escribiendo ese poema:
Seguro que son las canciones alegres,
Los recuerdos que temprano se alborotan y huyen
Las nostálgicas esquinas donde reposamos la vida
Sin mas pretensiones
Que curar las hendidas quemaduras del maltrecho músculo
De ese lugar llamado …………AMOR
Seguro que la libre disposición llega hasta la memoria de los espíritus
Y las dudas que recorren a espasmos la madrugada
Nos enseñan un camino de........................................................................