http://www.youtube.com/watch?v=yMHzwsyl4_k
Querido Mikel,
Feliz 2010. El 2009 no ha sido un año alegre ni siquiera un año feliz. Pero al contrario de lo que podría pensarse ha sido un año de aprendizaje y conocimiento. Estoy seguro de que este 2009 será la base de un futuro lleno de comprensión y sabiduría.
Comienza una década, y esos ciclos siempre han sido los mejores. Muchas cosas importantes de mi vida han ocurrido en los años acabados en cero. Al contrario, las crisis mas profundas han sido en los acabados en nueve.
Tengo que dar las gracias a la vida y a las personas que cada día han dedicado sus gestos, sus caricias y sus palabras de aliento a secarme cada lágrima. Se que volveré a ser una persona alegre, distinta en mi interior, mucho mas madura y tolerante. En esencia soy una persona mejor.
Hay otra oportunidad de ser feliz, y luchar por mis sueños. El camino es largo, muy largo, pero el objetivo es la vida. Y en ese camino siempre me encontrareis dispuesto a viajar a vuestro lado, entre vuestras sonrisas, entre vuestra palabras, al lado de vuestros anhelos y vuestras perdidas.
Esta playa por la que paseo hoy, es la voluntad de mi vida, el reposo donde descansan mis palabras, la música de mi respiración, la sonrisa de el resto de mi vida. En esta playa veré la luz, esa que siempre veo en los pasos distraídos y fugaces de su caminar ausente, aquella que vi hace tantos años y que me ha traído hasta aquí.
Feliz década. Feliz 2010 mi querido amigo Mikel!!!!!
Volveremos a vernos… pero todavía ¡no!
jueves, 31 de diciembre de 2009
sábado, 26 de diciembre de 2009
El sembrador de Estrellas

El sembrador de Estrellas de dia. Kaunas. Lituania.
Mi querido Mikel,
La distancia no es el camino, pero alivia el sentir tanta tierra de por medio, aunque este siglo con los avances tecnológicos te mantienen mas atado a la realidad de lo que yo hoy quisiera.
Tengo la sensación, de todas formas, de que mi capacidad de convocatoria, de opinión sobre lo que hago, de preocupación por mi, se va diluyendo. Es una sensación a veces contenida, a veces difundida por las sombras que a mi lado caminan por estas tierras heladas. Poco a poco voy cosechando lo que he ido sembrando: Olvido, indiferencia, soledad. El único hilo que me mantiene en contacto con la realidad de la que huyo son esos mensajes que recibo en la distancia, de enfado, cargados de monosílabos, llenos de palabras de odio y venganza a veces , de amor otras y de escogidas frases donde demostrar lo imposible : “Tu y yo somos iguales, venimos del mismo lugar…hemos llegado hasta aquí de la mano” o sea, la culpa queda repartida, el dolor dividido, la locura fraccionada en este valle de incontenibles lagrimas.
Lituania es un pequeño país del norte de Europa. En el 91 declaró su independencia siendo un país en recesión. Hoy figura dentro de los llamados países emergentes, creciendo un 10% año sobre año. Esto es lo que he aprendido de este lugar en el poco tiempo que llevo aquí. Sus gentes son amables y acogedoras, y no necesito saber nada mas. Tan solo he llegado hasta aquí en busca del “Sembrador de estrellas” un singular personaje al que llevo años persiguiendo. Hoy por fin estoy en el lugar donde se encuentra: Kaunas, Lituania.
Cuando salí de Madrid, tenía la sensación de estar en paz con todo, con mi conciencia, con mis seres queridos, con mis amigos. Pero tan solo un mensaje, unas palabras serias y tajantes, me causan un desequilibrio inconcebible. Si tan solo unas horas atrás el futuro era una playa de luz, ¿porque el tiempo apenas detenido un instante me arrojaba a la vida como un saco de basura, me abandonaba a la jauría, me asolaba de nuevo en esta soledad?.
¿Que hechos misteriosos ocurren cuando la ausencia se hace patente? ¿ Con que mentiras somos capaces de disfrazarnos para que la realidad absorba cada minuto de nuestra ira?
Kaunas es una ciudad pequeña de unos 400.000 habitantes. Es la segunda mas importante del país. Su casco histórico es espectacular. Pasear por sus calles con la nieve sin pisar es una de esas cosas que nadie debería dejar de hacer antes de morir. La sensación de terciopelo pisado, el sonido de los pasos perdidos, la huella escondida bajo el relieve blanco de ese polvo de algodón... . Son las dos de la mañana, y las ciudad parece desierta. Sigue nevando. Apenas hay ruido. Es Navidad y las luces permanecen encendidas. - Mañana buscare al “ Sembrador de estrellas”- me digo bajo el helador frío que enciende mi boca a cada palabra. Siento que algo mágico va a suceder… .
No consigo dormir. No consigo saber porque huyo, que extraña circunstancia me hace tan débil, tan infeliz, que hace de la realidad un lugar distorsionado y fugaz, donde los recuerdos felices se acaban borrando y tan solo el dolor, el amargo sabor de los reproches permanece intacto en cada pensamiento. Me gustaría racionalizar mi corazón de la misma manera que lo hago con mi cabeza. Suena el móvil, corro hacia él desesperado… Orange informa…. Que desilusión! Cada noche igual: Miro esa pantalla buscando las palabras que nunca llegan.
Son la 7:30. Se vislumbra algo de luz en el firmamento. No amanecerá hasta pasadas la 8:30. Y anochece a las 16:00. Los días son extremadamente cortos. Para mi propósito es ideal. Las sabanas huelen a sueños, a tentaciones, a deseo, a ese olvidado recuerdo. Camino hacia la ducha. Un espejo se cruza conmigo, con mi cara rota, con mi cuerpo herido. Manos, cara, piernas, espalda.. se me agrieta la vida, se me rompe la piel, ¿quien puede desear esta imagen? Tengo ganas de vomitar… .
Me dirijo andando, después de un té, a la estación de trolebuses. En Kaunas es un medio de transporte idóneo para cruzarla. Mi “Sembrador de estrellas” está esperando en algún lugar de la historia de esta ciudad. Los edificios se asemejan a mi barrio. La guía les llama estructuras soviéticas. Edificios iguales de austera construcción. Yo viví durante años en uno similar.
Pienso en mi personaje: Por el día haciendo el trabajo duro, sembrando la ilusión, la esperanza, la calidez. Por la noche recogiendo la belleza, el origen florecido entre las sombras y los versos de muchos ojos contemplados.
Viajo casi sólo en mi vagón. Suena esa música del corazón que llevo en mi móvil, cuando las palabras viajan hasta el.. No entiendo las de hoy, las que me llegan desde Madrid. Mis lágrimas se hielan en este frío invierno. La soledad, el gélido paisaje, el dolor desesperado de los días inútiles, de los perdidos momentos en los que necesito abrazarme y no consigo encontrar ese cuerpo que tanto ansío, recorren ahora cada palabra de esta inquietante redacción. A veces sueño este momento: Me despierto gritando, con el cuerpo rígido lleno de contracturas. El medico ya me avisó: - ten cuidado, somatizas por el aparato circulatorio. Eres una bomba de relojería. Un día estalla, y se acabó todo-.
Entendí en ese momento que esa era la forma. Sufrir hasta no poder más, hasta que el mundo entienda de lo que estaba hecha mi vida. Luego recapacito y digo: ¿Quien tiene derecho a sentenciarme? Nadie. Si el deseo ha cambiado de nombre, y el amor ha cambiado de casa, si el asiento de al lado huele diferente, y las manos acarician con la suavidad soñada, con el sabor deseado, con el olor querido. Y mis manos, desvencijadas por las llagas, enfermas de dolor, abandonadas a este frío que las agrieta y rompe, torpes, inapetentes, vulgares, ya no son sus manos, ¿que puedo hacer yo?
Camino ausente, sin hablar con mi colega. Su respeto por mis pensamientos es marcial, aunque en sus ojos leo un cierto grado de incomprensión.
Aquí esta el monumento. Un hombre estira la mano en posición de arrojar semillas. Es una escultura singular, pero de las que pasan desapercibidas en cualquier ciudad sino fuera por su encanto, su seducción. Un homenaje al campesino, a la vida, al origen de las cosas. ¿Quien habría de fijarse en un motivo tan sencillo?-¿Porque estrellas?- me pregunto entonces - ¿Donde están?- ¿ Tantos kilómetros para esto? - Empezaba a pensar que me había vuelto realmente loco.
Dimitri me dice que me calme. Que fotografíe la escultura y nos vayamos a tomar un vodka a un local cercano , en la esquina. Son las tres y el sol se esta derritiendo, la oscuridad produce ausencia, melancolía en este lugar. El termómetro marca 13 bajo cero. – Vamos a por ese trago amigo-.
Un vodka y después otro. Llevo ocho meses bebiendo de manera habitual. Bebo acompañado y lo mas peligroso: Bebo en soledad. Pareciera que me estoy convirtiendo en algo que nunca fui. Tomo pastillas, he dejado el deporte, fumo lo que va saliendo, y bebo a cualquier hora, por no hablar de alguna que otra cosa mas fuerte. No, ya se, esto no soluciona ningún problema. Pero, ¿quien ha dicho que yo quisiera solucionarlo?
Son las 17:00. No hay niebla, pero yo la veo por todas partes. Me acerco hacia la estatua cámara en mano, escéptico, vulgar, sin palabras. Dimitri se retrasa un poco y me deja que camine en soledad: Ahí esta el sembrador…. ¡De estrellas!
El milagro se ha realizado. La magia existe. Las sombras son luz. La vida es un hechizo. Los sueños son posibles. Por eso sigo soñando, por eso sigo sintiendo, por si acaso algún día comprendo las palabras, y consigo escapar de esta rutina tan dolorosa de la que soy cautivo, por si en algún lugar de esta tierra, existe esa playa con la que sueño. Pero estoy muy cansado, me pesa cada día mas, la vida.
P.D.: Te envío las fotos. Hasta pronto. Un abrazo.
Almasy.
El sembrador de Estrellas de noche. Kaunas. Lituania.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Mikel Uzala
Reamonn
Beautiful Sky
2005
http://www.youtube.com/watch?v=OO_rBgwiv34
Me llamo Mikel Uzala, Provengo de una familia acomodada del sur de Rusia. Mi madre es española, mi padre era ruso. Se conocieron en la casa de España en Moscu allá por el año 1941. Annuska ( asi se llama mi madre) era una de esas “ niñas de la guerra” que llegó a Rusia huyendo de la dictadura de Franco.
Conocí a Almasy por casualidad una tarde de domingo , en la explanada de las estatuas del parque del Oeste, Madrid. Caminaba solo, vagaba por los senderos en perfecta sintonía con el paisaje. Abrigo negro tres cuartos, y un cigarro en la comisura de sus labios. Hablaba solo, distraído, como si recitara pasajes perdidos de algún libro escondido en su memoria. No llevaba nada en las manos. Al principio pensé que paseaba alguno de los perros que en aquel momento correteaban por la zona. Luego me di cuenta de que sus onomatopeyas no iban dirigidas a ningún animal sino al viento, a sus pensamientos, a quien estuviera al otro lado de su vida.
De repente se agachó. Delicadamente se fue encogiendo como si un dolor repentino le invadiera por completo. Se agarró el estomago como si quisiera arrancárselo, se coloco las manos en la cabeza como si quisiera protegerse de las sombras que empezaban a caminar por los senderos de aquel parque de invierno. El sol empezaba a escaparse entre las hojas de los árboles, y estos en su infinita tristeza lloraban hojas y mas hojas. Y después mas, empezó a llover. No pude soportar dejarle allí encogido en su ausencia, abandonado a su desesperada inquietud y me permití la licencia de ofrecerle mi ayuda. Volvió su cabeza con un lento movimiento. Sus ojos se estaban deshaciendo por las lagrimas, y sus manos desvencijadas, amoratadas, rotas. Si la tristeza tuviera rostro, seria la cara de Almasy.
Le ayude a levantarse. El cigarro había quemado parte de su foulard, la ceniza estaba por todo su abrigo negro. Al principio se sintió un poco avergonzado: - Discúlpame, estaba que se yo,
Tranquilo, pero vámonos esta empezando a llover. ¿Un café?- Si muchas gracias. Y salimos corriendo por la mojada hierba, hasta el Paseo Rosales, buscando refugio, con el olor a tierra mojada todavía en nuestros sentidos.
-Me llamo Mikel, Mikel Uzala.
-Almasy, Carlo Almasy.
Descubrí en sus ojos una mirada sinuosa, un retablo perdido de ausencia, unos ojos escondidos entre la soledad de la tarde.
Nos bebimos un café y luego otro. Cenamos juntos, nos contamos la vida entera, o la que tocaba ese día. Casi sin aliento, encendía un cigarro tras otro, una calada tras otra, una palabra y luego otra dibujando figuras de humo en el aire perdido de la noche. La música al fondo de nuestras conciencias, Star, Tonight y otras de Reammon.
Ese día entendí lo que la vida te puede cambiar en un instante. A veces, te acuestas con una sensación de infinita alegría en tu cuerpo. Te abrazas a tu pareja rozando la felicidad, y cuando menos te lo esperas, te dicen que ya no hay mas, que la vida ha cambiado, que el mundo no ese lugar maravilloso en el que creías vivir. Así me lo dijo Almasy, queriéndose poco, insultándose, odiándose a si mismo, maltratándose por no haber cuidado el amor de su vida, ese oxigeno que daba energía a su corazón.
Almasy me ha dejado este Blog. Sus últimas palabras antes de despedirse fueron : - Apenas tengo nada que ofrecerte por tu ayuda, creo que si no fuera por ti, hoy ya no estaría. Tengo un baúl lleno de Palabras Perdidas que me gustaría cuidaras hasta mi vuelta.-
Y así haré. Fue mi promesa.
Se retira por un tiempo. Quien sabe si para siempre. Quien sabe si para no volver mas. Me ha prometido escribirme, de vez en cuando, allá donde este, allá donde el mundo encuentre un lugar para darle cobijo.
Y aquí me tenéis. Mikel Uzala, rindiendo merecido homenaje al fundador y cogiendo el testigo de su espíritu creador.
Un abrazo.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Hasta Pronto

http://www.youtube.com/watch?v=S0z1Mo7O6dE
¿Cerrar por navidad? ¿Por cansancio acumulado? ¿Por impotencia?
Quizás si. No me encuentro entre estas palabras, no se porque las escribo ni porque las digo, no le encuentro sentido al blog hoy, no le encuentro sentido a la vida. Ni siquiera , releyendo muchas de ellas, me parece que estén bien escritas. No se porque he estado todo este tiempo juntando cada noche estas letras, estas frases… . O si lo se, quizás si lo se, y hoy ya no le encuentre sentido a nada.
Me despido de Carlos, de Laura, y de tantos otros que han estado paseando por mi vida estos meses. Quizás es un alto en el camino, y cualquier mañana me levante deseando volver a sentarme entre ellos, a escuchar su eco, a repetir esa sensación de escalofrío que me recorre entero cuando escribo, cuando la vida me sonrie y le contesto con una dulce sensación de bienestar.
Pero hoy no puedo seguir: Me tiemblan las manos, las rodillas no dejan ese murmullo nervioso que tanto me inquieta. Por no hablar de todas estas lagrimas que se juntan y no me dejan leer, sentir, respirar. Hay que calmarse para seguir viviendo o dejarlo todo definitivamente.
No hay vencedores ni vencidos, no hay culpables, no es sino un hasta pronto, un simple hasta pronto, estoy seguro. Las palabras siempre nos sobreviven, y quiero que las mías también lo hagan.Por la tanto ellas se encargaran de todo estoy seguro... .
De repente se ha borrado esa playa que era mi esperanza, esa arena que mojaba mis pies y regaba de vida mi cuerpo. Ya no hay olas, ni mar, solo vértigo y ganas de saltar.
No quiero extenderme mas, no quiero que la compasión sea un grito que se mantenga en vuestro recuerdo cuando escuchéis mi voz. No quiero ser eso. Quiero ser esa persona alegre y encantadora que la mayoría conocéis, por lo que escribo o por lo que soy.
Bastante tengo con no perdonarme cada mañana, con ese sentimiento de vergüenza que me recorre entero por tantas suplicas, por tanta humillación, por tanto odio y tanto rencor. Así nadie puede crear con la delicada dulzura y el intenso sentimiento que a mi gusta escribir.
Hasta pronto y que la vida os sea favorable a todos. Gracias por leerme. Volveré a perder palabras muy pronto, quizás... .
P.D.: Cuando vi el video de la canción que os sugiero para leer, me sentí muy identificado. Su vida, el piano saltando por los aires…. Eso es lo que yo quiero trasmitiros con mis palabras hoy….
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Jamie Cullum,
The Pursuit
martes, 1 de diciembre de 2009
Diciembre...
Buscando a Eric
Título V.O.: Looking for Eric
Año de producción: 2009
Director: Ken Loach
Guión: Paul Laverty
Música: George Fenton
Intérpretes: Eric Cantona (Eric), Steve Evets (Eric Bishop), Stephanie Bishop (Lily),
http://www.youtube.com/watch?v=IyeAx3jqxg8&feature=related
Desde hace algunas semanas, Carlos se levantaba temblando. Buscaba nervioso sus cajas de pastillas. - Ahora la roja y blanca -.
Revolvía entre los papeles de su mesa y como un yonki de la vida, se ilustraba con las recetas de su desayuno cada mañana. No se podía creer que la primera visión fueran esas tristes cajas de colores inundándolo todo. Hace apenas una semana, abrir los ojos era una bendición de miradas tristes y olor a otros días.
Calor y destreza en las palabras que perdidas caminan hoy por otras calles, y se entretienen en otros lugares, haciéndose dueñas de otros corazones. Hace tan solo 7 días, ese corazón era el suyo. O eso creía .
La vida en unas horas, ¿todo cambia con una llamada?
No, nada cambia, simplemente era una ilusión. ¿Que otra explicación tiene esto sino?
Desayuno singular, tostadas de nervios, tensión disparada, escalofríos de ausencia, sensación de un frío desamor en este invierno de carencias, el primer invierno, el último suspiro.
Las luces, los villancicos, cánticos y adornos en cada esquina. - ¿ Alguien se puede llevar este mes de Diciembre de la vida? ¿ Algún dios menor puede hacer que todo vuele al 7 de Enero? – grita desconsolado en su fría habitación, en esa fábrica de pensamientos incompletos donde elabora sus penurias, donde recoge de entre las cenizas los recorridos nocturnos de los últimos minutos del día.
Apenas son las siete de la mañana, los ojos enrojecidos de tantas lagrimas dormidas a estas horas, el pelo desubicado y sucio, el cuerpo encogido por la mísera rutina, por el dolorido cansancio de tantas noches en vela.
Las manos acarician compulsivamente la cabeza con movimientos disimulados de una vida desquiciada y la categórica tos que se ha instalado también en esa desconocida garganta. Ira, desesperación, impaciencia, pesimismo, son compañía destinada a colocar las frases desordenadas en ese estimulante papel donde guarda sus dolores, locuras, trastornos y que son su apoyo espiritual, el lugar donde reside entre dudas y mas dudas la materia gris que aún le queda, virtual, inmaterial, pero su única esperanza.
Y porque no escribir en la arena hasta que todo pase, rodar películas vacías donde los fotogramas sean ese pasado aburrido donde nunca ocurrió nada. Que se quemen las horas, que se duerman los días, que suene esa música sorda y vacía que todo lo llena…
Apenas puede levantarse, apenas puede respirar en cada amanecer de incipiente soledad, apenas tiene tiempo para resolver el enigma: rojas y blancas, azules, moradas ¿en que orden? -Ahora las azules-.
En algún lugar de este mundo alguien le observa, le instiga, le corrige, le informa de que la vida es un paraíso distinto donde sobrevivir es algo maravilloso.
En algún rincón de esta red globalizada, la preocupación, el miedo, las frases solidarias, los motivos desinteresados se hacen distraídos y rutinarios para sus cansados ojos. Palabras donde son necesarias caricias, frases solitarias donde se necesitan abrazos delicados, sonidos de restrictiva soledad donde se necesitan abiertos testimonios de un amor sin condiciones.
Y los fantasmas agitándolo todo, vigilantes para que no se desvíen sus pasos hacia el prohibido jardín de hierba limpia donde no se puede volver a pisar. Esas flores antaño tan suyas, esos ojos desestimados, esa voz discontinuada en el contestador automático de la vida.
Aquella tarde donde las sombras formaban palabras, donde los sentimientos se volvieron a desbaratar, aquella tarde de desconfianzas y titubeos, la tarde en que rompió su promesa de no volver a llorar mas, se alejo de la rutina, se encerró en el silencio y observo con detenida admiración la ultima joya de su admirado Ken Loach
“Los recuerdos bonitos son mas difíciles de superar…” Le decía Cantona a un cansado Eric. “A veces hay que arriesgarse para ganar…. Arriesgarse para sentir que la vida es un lugar, una estación, el eco dormido de un amanecer cargado de esperanza. Siempre hay mas posibilidades. Cambia de estrategia"
¿Cerrar el baúl, abrir la vida?- Se repetía sin control….
Los temblores no desaparecen, las ganas de vomitar, el ansia que todo lo estremece, el vacío que todo lo ocupa. Esas salas de urgencias ya no pueden calmar la sensación de fracaso que todo lo colma. Los huecos y las carencia no dejan de reposar sobre su ya maltratado estomago.
Se viste de vida una mañana mas, deleita con esa sonrisa que hace naufragar a las delicadas sombras que siempre le siguen, que siempre le ocultan.
Después dará luz a ese oscuro túnel un día mas camino de otra vida. Esperara a pasar la hoja de ese inacabado poema que no habla del pasado. Por fin un poema sin final, unas palabras escondidas que no recitan ese cansancio de vivir.
“Eric llevaba 30 años esperando una respuesta a su vida. Arriesgarse para ganar…. Cambiar de estrategia. “
La vida siempre ofrece un sin fin de motivos para cambiar , para decidir peinarse de otra forma, para salir a la calle sin las manos asustadas y temblorosas.
Dejar de suplicar, dejar de sorprender a quien ya no necesita las sorpresas, abandonar los versos en el cajón del olvido, dejar de enviar palabras a quien ya no necesita mas palabras, y dejar de doler a quien duele.
Todo el mundo tiene versos, palabras, películas, sonidos, canciones…. La vida es una consecución de sucesos poco originales. Lo importante es lo que es capaz de ver el ojo, lo que el corazón es capaz de leer y las palabras de contar. Las caricias que la vida les haga, y que cuando los sueños recorran la espalda, ese escalofrío tenga un solo nombre, una sola cara… .
Dejar vivir a quien ya no le necesita para vivir, a quien ya tiene otra vida, para poder dejar así, de negarse a si mismo., para poder vivir de nuevo hasta que el tiempo vuelva a sorprenderle….
Eric lleva 30 años esperando una respuesta a su vida. Y la vida le sorprende, de nuevo con una sonrisa. La misma cara, el mismo tacto, el mismo beso de hace treinta años.
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